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diumenge, 10 d’abril del 2016

Aprovechando los recursos de Madre Tierra I: Mascarilla de arcilla rosa

Esta tarde me he hecho una mascarilla limpiadora con base de arcilla rosa que me ha dejado la piel luminosa y hecha un primor.



Composición:

2 cucharadas de arcilla rosa (es apta para las pieles sensibles y reactivas)
Hidrolato de rosas "Agua de rosas" (o agua destilada si no tenéis, pero el agua de rosas le suma propiedades)
Aceite esencial de árbol de té (1 gotita)
Aceite esencial de geranio (1 gotita)*

*Antes de usar estos u otros aceites esenciales con fines cosméticos hay que hacer un test de sensibilidad.

Mezclamos dos cucharadas soperas de arcilla rosa en agua de rosas formando una crema suave y sin grumos. Le añadimos la gotita de AE de árbol de té (propiedades antibacterianas y desinfectantes, va muy bien para los granitos!) y dos gotitas de AE de geranio (cuidados dermatológicos generales) y volvemos a remover.

Es muy importante evitar usar cucharas o cuencos de metal para hacer la mezcla, porque pueden alterar las propiedades de la arcilla.

La aplicamos durante unos 8 minutos y la retiramos suavemente con agua tibia. Hay que retirarla antes de que se seque totalmente, porque en esta última fase la arcilla resta humedad a la piel y el fin que perseguimos es una limpieza respetuosa conservando la hidratación natural del cutis.

Secamos cuidadosamente con una toalla y aplicamos nuestra hidratante habitual.

Voilà!

dimecres, 24 de febrer del 2016

Carta

Querida abuela, que estás en una realidad diferente:

Te escribo en el blog porque me da que lo lees. Hoy mi profesora de Tarot me ha corregido el último examen de ese curso que llevaba unos meses estudiando, y me ha dicho que lo había hecho tan, tan bien, que al leerlo me he hecho muy muy pequeña, y ha sido lunes a las cinco de la tarde. Te he visto en la puerta del colegio, esperándome para darme la merienda y llevarme a casa. Esta mañana he llevado dos trenzas y he salido del cole con un control de sociales o de lengua en la mano, puntuado con un 10 en rojo, sin faltas, y te lo he enseñado contenta. Y tú lo has mirado y como siempre me has dicho "Molt bé, Helena".

Y no sé. Pues que te quiero dar las gracias por esto a ti, que me guías desde otro sitio y un día me dijiste que debería hacerlo. El mismo día que me recordaste que ya de pequeña me enseñaste esas cartas cuyo significado ignoraba totalmente, pero que me gustaba emparejar... el Emperador y la Emperatriz, la Papisa y el Papa. Y así.  Para mí, esta no es una formación más. Puede que no llegue a usar mi Marsella de manera profesional, pero este aprendizaje que nunca acaba me ha enseñado otras cosas más valiosas.

Gracias por hacerme recordar que podía, que mi vis espiritual existe y es fuerte, que puedo ir más allá. No puedo estar más orgullosa de ti como linaje, como mujer excepcional que guía y empuja aun sin estar en este plano.

Ahora voy corriendo a contárselo a todo el mundo.

Te quiero. Pronto iré a visitarte un rato.

Helena.




dilluns, 1 de febrer del 2016

El primer poema

Este fue el primer poema que leí y supe de memoria. Tenía 6 años, iba a primero de EGB. Venía en un pequeño librito de esos troquelados que incluían varios cuentos para niños. Pobre Cuquillo... 


 

Cuco Cuquillo 

Cuco cuquillo 
fumaba un pitillo 
le dijo el portero
"pague usted al casero" 

"Espérese un poco" 
cuco se hizo el loco
cantando el tralara 
cuquillo no paga 

Le mandan dos guardias 
(dos chicharras eran) 
le cortan la alas 
detenido queda 

"Pague usted su casa" 
"No tengo moneda. 
Me compré este cuento, 
me quedé sin ella" 

"Irá usted a la cárcel, 
bajo las moreras" 

"Es una injusticia, 
hagan lo que quieran" 

 Viendo los dibujos 
de un cuento de seda, 
el pobre cuquillo 
cantaba en en la reja: 

 "cucu-cucu 
cucu-cucu" 

 Gloria Fuertes.