Pàgines

dimecres, 24 de febrer del 2016

Carta

Querida abuela, que estás en una realidad diferente:

Te escribo en el blog porque me da que lo lees. Hoy mi profesora de Tarot me ha corregido el último examen de ese curso que llevaba unos meses estudiando, y me ha dicho que lo había hecho tan, tan bien, que al leerlo me he hecho muy muy pequeña, y ha sido lunes a las cinco de la tarde. Te he visto en la puerta del colegio, esperándome para darme la merienda y llevarme a casa. Esta mañana he llevado dos trenzas y he salido del cole con un control de sociales o de lengua en la mano, puntuado con un 10 en rojo, sin faltas, y te lo he enseñado contenta. Y tú lo has mirado y como siempre me has dicho "Molt bé, Helena".

Y no sé. Pues que te quiero dar las gracias por esto a ti, que me guías desde otro sitio y un día me dijiste que debería hacerlo. El mismo día que me recordaste que ya de pequeña me enseñaste esas cartas cuyo significado ignoraba totalmente, pero que me gustaba emparejar... el Emperador y la Emperatriz, la Papisa y el Papa. Y así.  Para mí, esta no es una formación más. Puede que no llegue a usar mi Marsella de manera profesional, pero este aprendizaje que nunca acaba me ha enseñado otras cosas más valiosas.

Gracias por hacerme recordar que podía, que mi vis espiritual existe y es fuerte, que puedo ir más allá. No puedo estar más orgullosa de ti como linaje, como mujer excepcional que guía y empuja aun sin estar en este plano.

Ahora voy corriendo a contárselo a todo el mundo.

Te quiero. Pronto iré a visitarte un rato.

Helena.




Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada